Desde hace varias décadas, la palabra “menopausia” ha sido vetada y casi prohibida en coversaciones sociales, siendo sólo permitida en conversaciones médicas y con lenguaje extraño.
Ahora -afortunadamente- hemos entendido como la menopausia es un proceso natural en la vida de las mujeres, y que como tal, debemos saber a que nos enfrentamos.
Es claro para muchas de nosotras, que la menopausia se refiere a la última menstruación de nuestro cuerpo, y que con este proceso llegan muchos cambios secundarios a la disminución de niveles hormonales en el cuerpo, especificamente de estrógenos. Ya nos han hablado del riesgo cardiovascular, de los “sofocos”, de los cambios de humor y del envejecimiento acelerado… pero esta última palabra es a la que tal vez, muchas de nosotras más tememos. Y es que una cosa es que llegue la menopausia, ¡y otra es que se note! Por eso, hoy queremos hablar de la piel, de que cambios tiene en esta etapa de la vida, y como podemos cuidarla para que luzca siempre lozana y bella.
Secundario a la disminución de los famosos estrógenos, la piel de nuestro cuerpo y nuestro rostro tiene ciertos cambios, como son:
- Pérdida del grosor de la piel: esta etapa de nuestra vida, hace que las células de nuestra piel pierdan la capacidad de autoregenerarse, disminuyendo el recambio celular. Esto se traduce en piel apagada, opaca y con apariencia “cansada”.
- Pérdida de colágeno y elastina: estos dos componentes son proteínas que tenemos en la piel y que nos dan caracterísiticas como turgencia y elasticidad. Con la llegada de esta etapa, estas proteínas se disminuyen de manera abrupta, por lo que se empiezan a notar rápidamente signos como líneas de expresión, “mejillas caídas”, etc.
- Aparición de manchas: durante esta transición de nuestro cuerpo, se empiezan a ver otros signos como lesiones hiperpigmentadas o manchas. Su aparición también dependerá de nuestro color de piel y de nuestro uso diario y constante de protección solar.
- Piel seca: también llamada xerosis difusacutánea, la cual es consecuencia directa de la disminución de la grasa cutánea y de la menor producción de sudor frente a estímulos psicológicos. Esta resequedad también se presenta por la pérdida de capacidad de la piel de retener agua, lo que empeora su apariencia deshidratada.
- Acné: Aunque parezca contradictorio, en algunas mujeres, el descenso de las hormonas femeninas hace llegar señales confusas a la glándula sebácea, por lo que algunas pueden presentar hipersecreción de sebo y acné secundario.
- Otros cambios en la piel también incluyen resequedad en mucosas -como la vaginal-.
Pero, ¿y qué hacer ante toda esta situación? La menopausia, como lo mencionamos anteriormente, es un paso de la vida al cual llegamos todas las mujeres. Sin embargo, esto no significa que no podamos hacerla más llevadera, por lo que aquí mencionamos algunos cuidados para tener siempre una piel joven, lozana y luminosa:
- Alimentación saludable: Recuerda que el adecuado consumo de frutas y verduras, así como la ingesta de agua, van a garantizar que tu cuerpo tenga los nutrientes e hidratación suficiente para tu piel.
- Ejercicio físico: Esta no es una época para pasar de cero a cien en temas de ejercicio, sino que debes continuar con la actividad física regular que normalmente practicas, y si no lo haces, nunca es tarde para empezar con 3 o 4 caminatas a las semana de 30 minutos, para empezar a oxigenar tu cuerpo y tu mente.
- Uso de protector solar: Antes pensabamos que el uso de protector solar se reservaba solo para ir a la playa. Resulta que hace ya varias décadas se ha demostrado que el uso constante de proteccion solar previene de manera efectiva el enevjecimiento prematuro. Recuerda que puedes elergirlo según tu tipo de piel y textura. Y por supuesto, debes reaplicarlo mínimo tres veces al dia, sin importar si sales de casa o no.
- Hidratación: Aparte de una adecuada ingesta de agua, la hidratación tópica de la piel es fundamental para que su apariencia no se vea agotada. Aquí debes elegir un hidratante de acuerdo a tu tipo de piel (seca, normal o grasa). Actualmente existen diversos activos efectivos, sin embargo, fijate en aquellas hidratantes que incluyan péptidos, así como agentes que restauren los lípidos naturales de la piel.
- Sueros: El uso sueros o serums se ha activado en los últimos años, y esto es porque son concentrados de activos que mejoran la condicion de la piel, con un efecto “boost”. Aqui debes fijarte en que los principios activos sean biomiméticos, es decir, que sean compatibles con la piel. En los últimos años ha surgido una tecnología novedosa que garantiza llevar el principio activo a la célula sobre la que debe trabajar, lo que hace de estos productos “más inteligentes”.
Como podemos ver, nunca es tarde para empezar a cuidar nuestra salud, y de esta forma, reflejarlo en nuestra piel. ¡Feliz mes de la mujer!
Sandra Forero MD, MHA
Directora Médica de Laboratorios Novaderma S.A.